Justo al llegar a la tercera parte de un interesante torneo Apertura, la sexta fecha quedó a la mitad de su realización ya que bajo el argumento legal de que se permite reprogramar partidos, tres equipos modificaron la fecha del juego que les correspondía para el pasado domingo.
Es cierto que las modificaciones no son impuestas y es un argumento que se deja establecido desde la elaboración del reglamento en la Asamblea de Representantes- Pero también es cierto que dichas modificaciones son un recurso que evidencian la falta de organización en el fútbol local.Se ha logrado avanzar en cuanto a la organización de un cada vez más exigente y complicado calendario de competencias, por lo que ya se conoce con antelación los compromisos de selección en las fechas FIFA. La mayoría de ligas, adelanta sus compromisos y partidos, de forma que luego de cumplir con esos retos, los seleccionados se puedan incorporar a sus respectivos equipos nacionales.
Es lamentable pues en muchas ocasiones, precisamente bajo el argumento de los compromisos de Selección, los denominados equipos grandes acaparan el mercado contratando a diestra y siniestra, conformando dos o tres escuadras competitivas, pero cuando toca confiar precisamente en esa buena banca, el argumento es que prefieren que estén los titulares. Después, sobre todo cuando hay compromisos internacionales, la justificación a un mal resultado es que no se tuvo tiempo para entrenar debido a otros compromisos.
Es necesario ordenar de mejor forma los torneos, pues el cambio de fecha únicamente genera confusión debido a que las posiciones no necesariamente evidencian la competencia real con los mismos juegos, sino que muchos departamentales pierden la opción de organizar los partidos en fechas u horarios más convenientes.
Adelantar de ser necesario un partido para viernes o sábado, al igual que otras alternativas, pueden evidenciar un mejor orden y principalmente favorecer al desarrollo de una liga donde el principio debe ser buscar la competencia en forma general y no buscando el favorecer principalmente a los grandes equipos. Es cuestión de orden.
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